MARTA CASADO / Correo de Burgos
En los años 90, Javier Izquierdo Molinero dirigía una excavación en Villanueva de Carazo, a cuatro kilómetros de Salas de los Infantes. Se localizaron 29 pequeñas vértebras desarticuladas. Más de 20 años después, el Colectivo Arqueológico de Salas, con el apoyo del Museo Nacional de Historia Natural de París, la Universidad del País Vasco y la Universidad de Bonn (Alemania), han publicado en una revista científica de impacto (Cretaceous Research) qué escondían esos fósiles misteriosos. Se trata de una nueva especie de reptil extinto que convivió con dinosaurios y tortugas de hace 150 millones de años de antigüedad. Es Arcanosaurus ibericus.
«Para nosotros estos fósiles siempre fueron un enigma, sabíamos que eran escamosos, reptiles pero no exactamente cual». Estos restos, como otros miles se guardan en el Museo de Salas de los Infantes. Para su definición científica el colectivo buscó la colaboración de expertos y «al final lo hemos identificado y nos hemos quitado un peso de encima», aseguró ayer, en la presentación del nuevo holotipo, el director del Museo de los Dinosaurios de Salas, Fidel Torcida.
Las 29 pequeñas vértebras se han sometido a dos estudios. El morfológico, sobre la apariencia externa de las piezas, apuntó que «es un solo individuo porque no hay repetición de vértebras» aclaró Nathalie Bardet, investigadora del Museo Nacional de Historia Natural de París. El estudio del interior de las piezas, gracias a las técnicas no invasivas en el sincrotrón de tercera generación ubicado en Grenoble (Francia), definió esta especie como lagarto de tierra porque no presenta una microestructura esponjosa en los huesos presente en especies acuáticas. Los datos permitieron a los científicos presentar a «un componente nuevo que convivió hace 125 millones de años con los grupos de dinosaurios de Salas», concluyó el científico de la Universidad del País Vasco, Xavier Pereda .
De la familia de este lagarto son el Dragón de Komodo y los extintos mosasáuridos, lagartos acuáticos. Éste era terrestre aunque «ocasionalmente podría entrar en el agua por los depósitos en los que se encontraron los restos» apuntó Pereda.
El Museo de Salas cuenta con el holotipo del dinosaurio Demandasaurus darwini y la tortuga Larachelus morla. Se le une desde hoy Arcanosaurus ibericus. «Esto supone un valor añadido para el Museo de Salas que cuenta con tres especies únicas en el mundo» remarcó Torcida. En la Sierra de la Demanda existen 300 yacimientos definidos y en las instalaciones se conservan miles de fósiles «entre los que no descartamos nuevas especies únicas». Pero el ritmo de trabajo, como demuestran las conclusiones del estudio sobre el reptil misterioso, es lento. «Tenemos en cartera otras nuevas especies como taxones pero en Salas nadie se dedica a esto profesionalmente y el trabajo es lento en excavación y en investigación», avanzó el director del Museo quien remarcó que el Ayuntamiento, administración competente por el momento, «no puede con ello, no tiene recursos y creo que la Junta tendría que entrar».