¿POR QUÉ SALAS?. Ella misma nos recuerda por qué la congregación se instaló en Salas, y lo hizo, como tantas cosas en la vida, por motivos coyunturales. La hermana Clara Fey tenía intención de ampliar la presencia de su congregación en España y buscaba una localización; dio la casualidad de que otra religiosa, Clara Alfonsa, también alemana, había trabajado en Colombia y sabía español y que con los monjes de Silos estaba viviendo un obispo «desterrado». Ambos contactaron y a su vez se comunicaron con un sacerdote de Salas, Alejandro Mínguez, que fue un soporte importante para que la congregación se afianzase en Salas de los Infantes.
Y así, a través de esos contactos, fue como llegó la hermana Clara Alfonsa un 19 de octubre de 1060; un año después, en el 61, ya estaban impartiendo clases en una casa que se alquiló -donde hoy está el Palacio Municipal de Cultura- mientras se construía el colegio de San José. Éste fue un centro femenino hasta los 70 cuando, con el cambio de legislación educativa se dio paso a la enseñanza mixta y se incorporaron chicos. Por otra parte, comenzó siendo privado para pasar luego a estar subvencionado y finalmente, concertado. En el momento de mayor ocupación, se contabilizaron 200 escolares. Otro servicio que ofrecía fue el de Escuela Hogar, acogiendo en régimen de internado a población diseminada de la zona.