Leemos en Diario de Burgos.
El pasado 4 de julio, los ladrones se llevaron la estatua de San Pablo, ubicada en una de las dos hornacinas de la fachada de la iglesia de Santa María. San Pedro, en el lado opuesto, ha estado solo durante estos 20 días. No sabemos si la intención entonces de los ‘cacos’ era llevarse las dos esculturas y si algún imprevisto se lo impidió. Pero que lo tenían en mente está claro porque volvieron este jueves. Un vecino avisaba al párroco hacia las 23,15 horas de que la imagen de San Pedro estaba rota en el suelo. Según cree el cura, Francisco Alonso, los ladrones desprendieron la figura, de unos 100 kilos, con algún tipo de mecanismo y una vez en el suelo, se la dejaron caer por los motivos que fueran. El resultado: la cabeza desprendida del cuerpo y rota en varios trozos. El rostro está intacto, con lo que la restauración no serán muy dificultosa. El resto del cuerpo tiene ‘magulladuras’ que será fácil reparar. El cura cree que los robos son obra de gente que conoce bien la zona y las costumbres de los vecinos, y esta vez se extraña de que el robo se intentara a una hora -entre las 22,30 y las 23 - que en verano es temprano y con gente aún por la calle, además de que la parte trasera del templo está iluminada. EL hecho se ha denunciado en la Guardia Civil.