Fuente: ICEX(Instituto Español de Comercio Exterior)
Noticia sobre una empresa situada en nuestra ciudad que apuesta por la internacionacilación.
Tras instalarse en Galicia y Cataluña, la compañía da sus primeros pasos en el exterior en el caladero de Gran Sol de Mauritania y en el Atlántico Sur
Arom Bait es una empresa familiar fundada por Sergio Juarros, ubicada en Salas de los Infantes (Burgos), que se constituyó en 2007 y empezó a operar en 2008. Fabrica y comercializa cebos ecológicos, un producto alternativo a los que se han usado de forma tradicional en la pesca industrial y en la de competición. Estos cebos son biodegradables, con escaso impacto medioambiental, no generan residuos y reducen las capturas dedicadas al cebo. El objetivo de esta firma es sustituir el uso de señuelos vivos o congelados por los ecológicos, en la pesca con palange y nasas, tanto en la práctica deportiva como en la de profundidad.
En la actualidad, afirman desde Arom Bait, en el caladero de Gran Sol, en Mauritania y en el Atlántico Sur se han sustituido parte de los cebos tradicionales por los de la firma burgalesa. Además “en estos momentos se están iniciando negociaciones con empresas internacionales de pesca que operan en Hawai, Australia y Uruguay para contratos de suministro. Si se firman estos acuerdos, multiplicaríamos por diez producción y la facturación de exportación’, asegura Ramón Tomás, de Arom Bait. ‘Por otro lado –continua Tomás - se han enviado muestras para la pesca con nasas a Irlanda, Escocia y estamos buscando canales de distribución en Francia y Reino Unido para la pesca deportiva”.
Estos cebos están fabricados a partir de productos naturales y biodegradables procedentes de los concentrados del pescado y de la industria alimentaria. Por ello, pueden considerarse innovadores y ecológicos ya que aprovechan todos los residuos que se generan de los descartes, no son tóxicos y forman parte de la pesca sostenible.
Además de los beneficios medioambientales, los cebos de Arom Bait mejoran las condiciones de uso en la práctica. Aguantan seis meses sin congelar, soportando temperaturas de hasta 25 grados; reducen el número de capturas dedicadas a cebo, y optimizan las condiciones de trabajo por su fácil manipulación: para cebar 300 kilos de nasas se usan 70 kilos de cebo tradicional frente a los 30 kilos necesarios de cebos ecológicos. Estos señuelos permiten la reducción de costes de explotación de los barcos pesqueros debido al ahorro de energía, espacio y tiempo. A su vez son más limpios, manejables y disponibles.