Uno de los paneles narra la historia de la vida a cámara rápida y resume 4.600 millones de años en 12 meses con la simulación de un calendario según el cual la Tierra se formó el 1 de enero, en marzo aparece la vida; en agosto, las primeras células con núcleo; el 10 de noviembre, los invertebrados; el 12 de diciembre, el reinado de los dinosaurios y el 25 del mismo mes su extinción. La aparición 'recientísima' del Homo Sapiens se sitúa en este contexto el día 31 de diciembre a las 23:37 horas.
Aunque su colección es considerada una de las más completas del país, y en géneros y especies de dinosaurios pasa por ser «una de las renombradas de Europa», según los responsables del museo, desde hace varios años se está a la espera de un proyecto en colaboración con la Junta de Castilla y Léon para construir un nuevo edificio en una parcela con el fin de acomodar la colección en unas instalaciones acordes a su importancia científica y, por añadidura, consolidar el centro como principal referente turístico de la zona.
«Hay piezas interesantes, únicas», cuenta Sergio Urién con un orgullo que no limita a los restos de saurios y extiende a la flora del lugar, con muestras fósiles de coníferas contemporáneas a la aparición de los mamíferos. «Este es un tronco fósil de Benetital, una especie de palmera enana, evidencia del entonces clima subtropical de la zona, nada que ver con las variaciones de temperatura estacionales de ahora». Restos de cocodrilos, tortugas y peces del Mesozoico dan fe del ecosistema que los saurios compartían con otras especies animales en la actual Sierra de la Demanda. Desde 19 países han recalado en el museo 175 trabajos de ilustraciones científicas que recrean imágenes del mundo perdido de los dinosaurios a través de dibujos, pinturas o diseños digitales en un concurso que ha alcanzado su tercera edición. A Rusia y a Ucrania han ido a parar los tres primeros premios a las mejores recreaciones.
Los programas de divulgación científica y el diseño de documentos didácticos para colegios e institutos convierten el museo en algo vivo que rebasa la función expositiva. Su director, Fidel Torcida, comenta que la investigación es uno de los cometidos esenciales del centro gracias a la colaboración y el apoyo de especialistas. «Hay una cantidad de producción científica salida de aquí». Una decena de expertos en geología, biología y paleontología aseguran la labor investigadora de un término plagado de yacimientos con posibilidades científicas formidables.
La Fundación para el Estudio de los Dinosaurios en Castilla y León se fundó en 2004 -promovida por el Ayuntamiento de Salas de los Infantes y el Colectivo Arqueológico-Paleontológico- con el fin de dar a conocer un patrimonio de la comunidad que se concentra en Burgos, Soria, y con menor intensidad en Segovia y Palencia. Todo un patrimonio que está a la espera de su eclosión como icono con hechizo turístico en un entorno natural espectacular.