La música y Salas
Los fósiles han quedado ya atrás en la vida de Jochen Welle, y la música ha pasado a ser ahora su ocupación exclusiva. Profesor en el conservatorio de su ciudad, este alemán toca la batería en su grupo y con aquellos músicos que le piden que les acompañe en algún concierto, motivo que le obliga a viajar por toda Europa incluso a otros continentes. «He actuado en Mónaco, Suiza, Austria, Inglaterra y Sudamérica. Llevo tocando muchos años la batería con mi grupo y también con otros músicos. Con los conciertos y dando clases en el conservatorio sobrevivo, porque vivir de la música es complicado. He dejado los fósiles, aunque de vez en cuando busco alguno», comenta.
Han pasado tres décadas desde que Jochen Welle pisara esta comarca por primera vez. «Vine a Salas por una tesina, con un profesor mío que ya había trabajado en esta zona, en Castrovido. Me dijo a mí y a un compañero: Venid conmigo que os voy a llevar a una zona muy interesante. Llegamos para realizar una cartografía, un mapa geológico», cuenta. Al año siguiente regresaron para seguir trabajando y desde entonces no ha dejado de venir, aunque ahora, más en calidad de salense que de investigador. Jochen recuerda cómo durante su primera visita a Salas sólo podía hablar con pocas personas que también dominaban el francés, «así que aprendí rápido español», comenta este extrovertido alemán al que le gusta el carácter abierto de la gente de esta comarca. «Me gusta participar en las actividades que se hacen en Salas. La gente en Alemania no es tan abierta, no se pone todos los días un disfraz. Para preparar una actuación son más lentos y organizados. Aquí sois más explosivos», dice Jochen, al que, sin embargo, hay algo que no le gusta. «La puntualidad no es lo vuestro», añade.