Los asistentes se llevaron a sus tierras de origen los instrumentos construidos además de aprender a interpretar los ritmos básicos y sonidos propios de cada uno. Todos han destacado el buen clima entre alumnos y profesores (Samu, Patri y Vanesa). Es importante mencionar el buen nivel artesanal que han demostrado mucho de los alumnos, especialmente en cuanto a conocimientos de carpintería. Muchos de ellos han tenido una especial relación con la música tradicional y la antigua (medieval y renacentista). Algunos de los alumnos de este curso son profesores de percusión, trixitixa, alboka, flauta travesera,…
El curso ha estado dirigido por Samuel Villarrubia, constructor de instrumentos (panderos cuadrados, cajones, y una variada colección de instrumentos de música tradicional). Dulzainero, gaitero y percusionista con una dilatada carrera en grupos como Almacántaro, Carrion Folk, colaboraciones con Vanesa Muela, e.t.c.
El pandero cuadrado es un membranófono percutido. Consta de un bastidor cuadrado de madera cubierto por ambos lados de piel tensa y en ocasiones relleno de chapitas, semillas, etc... para dar un sonido de bordón. Se toca con los dedos, las manos o los puños y en ocasiones, como en Peñaparda (Salamanca), con una porra y la mano al mismo tiempo. Es común sobre todo de la cornisa cantábrica -Asturias, Galicia, León- en zonas de Cataluña y en Portugal.