En el yacimiento denominado Oterillo II han aparecido restos óseos de otro saurópodo que quizás sea el más grande de la comarca y unos de los mayores de la Península Ibérica.
De este gran dinosaurio se han recuperado un buen número de elementos esqueléticos y, cosa rara en nuestra zona, estaban en lo que se llama conexión anatómica. Es decir y como se depositaron tras morir el animal.
En la excavación se encontró parte del larguísimo cuello, ambos ísquiones y pubis (huesos de la cadera), un gran número de costillas, las primeras doce vértebras caudales articuladas y una enorme escápula (hueso del hombro) que alcanzó 1,80 metros de longitud. Esto nos da una idea del enorme tamaño que llego a tener este saurópodo que pudo llegar a medir más de 25 metros.
A finales del Cretácico en la zona de Arauzo de Miel y Espinosa de Cervera se extendía un lago, en sus orillas dinosaurios saurópodos nidificaban en colonias de cientos de individuos. Allí se han recuperado miles de cáscaras de huevo así como parte de un nido. Estos dinosaurios poblaron esta zona poco antes de que se extinguieran